Canciller cubano responsabiliza al Gobierno de EE. UU. de inaceptables acciones injerencistas
El Canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, se refiere durante su intervención a las más recientes declaraciones de la administración de Joe Biden
Nuria Barbosa León22 de julio de 2021 18:07:03
Canciller de Cuba comparece en vivo en la televisión nacional
Foto: Tomada de Twitter
El miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció este jueves la falsedad de los argumentos del Gobierno de Estados Unidos para sancionar a personas e instituciones cubanas y desenmascaró las pretensiones de manipular la opinión pública en contra de la Revolución Cubana.
En conferencia de prensa, el Canciller se refirió al comunicado del presidente Joseph Biden, mediante el cual informa de sanciones de su Gobierno para el ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba, el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, y para la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, medidas unilaterales a las que calificó de irrelevantes en su sentido práctico, pero relevantes en su carácter político y de injerencia.
«El Presidente de los ee. uu. anuncia que continuarán las sanciones contra los responsables de lo que él llama represión contra el pueblo cubano, y que yo rechazo de manera categórica y absoluta. Aquí no ha habido un acto de represión contra el pueblo cubano, de la misma manera que no ha habido un estallido social, como ya he denunciado, a pesar de la persistente mendacidad de algunos medios bien establecidos de prensa internacional», expuso.
Cuestionó el cambio de opinión del mandatario estadounidense, quien ahora declaró que Cuba es una prioridad absoluta para su gobierno, contrario a lo dicho con anterioridad, pero que le suministra argumentos para mantener el injusto bloqueo y justifica acciones prácticas para imponer más sanciones.
Rodríguez Parrilla sentenció: «El Presidente de los ee. uu. y su Gobierno podrían ocuparse mejor del patrón racial diferenciado, de los errores judiciales, del racismo sistémico, de la represión brutal a la protesta social dentro de su territorio, de aquellas que se produjeron legítimamente con motivo al frío asesinato de ciudadanos afrodescendientes. Podría ocuparse también de la situación de sus más de 400 periodistas que sufrieron lesiones o violencia cuando cubrían las manifestaciones raciales».
Aseveró que la administración de la Casa Blanca carece de autoridad moral para pedir que se libere a personas detenidas en Cuba, lo cual es considerado un acto de injerencia e intervención: «Mienten cuando se refieren a manifestantes pacíficos, eluden reconocer que hubo actos violentos, evitan las denuncias que se han hecho por parte de nuestro Gobierno, primero de la persistente instigación al terrorismo, organizada desde territorio de los ee. uu.», y añadió que aún falta por refutar acusaciones que hizo personalmente días antes.
Defendió que las autoridades cubanas y, en particular las de orden interior, actuaron con estricto apego a la ley, con absoluto respeto a las normas que rigen su conducta, con el mínimo de fuerza frente a actos vandálicos y violentos que ocasionaron lesiones a oficiales de la Policía, a civiles y ciudadanos cubanos que proclamaron su apoyo a la Revolución y al Gobierno cubano.
«Actualmente, el país está en absoluta calma, los servicios funcionan con entera normalidad y convocó a la prensa a caminar por las calles del país y atestiguar, con objetividad, las condiciones de tranquilidad, pese a las condiciones adversas provocadas por el azote de la pandemia», dijo.
«Emplazo a cualquier autoridad del Gobierno de los Estados Unidos, que supuestamente se preocupa por los llamados manifestantes, o a las entidades de cualquier país, a que presenten un caso de un desaparecido. Me comprometo a, en pocas horas, desmentirlo con evidencias suficientes», enfatizó el Ministro, al referirse a las falsas listas de supuestos desaparecidos que circulan en medios de prensa y redes sociales.
Aludió a que en países de Sudamérica se han producido miles de asesinatos de defensores de derechos humanos, de activistas sociales, de líderes comunitarios, de personas que se sumaron a procesos de paz o casos terribles, de los cuales Washington ha sido muy tímido para referirse a ellos como el de los llamados falsos positivos, o los asesinatos de civiles, para presentarlos como beligerantes.
Hasta en Nueva York se denunció, en una pantalla lumínica, la política de asfixia de la administración de EE. UU. contra Cuba. Foto: Captura de pantalla de video que circula en redes sociales
«No es en Cuba donde se utilizaron medios de represión sofisticados, equipos mecánicos, sustancias químicas, explosivos aturdidores, lanzadores automáticos de bombas tóxicas». Subrayó que ello ocurre en Europa y en Estados Unidos, sin que la prensa hable mucho del tema.
«Emplazo al Gobierno de los ee. uu. u otro cualquiera a que mencione el nombre de un menor de edad que esté detenido en este momento. Rechazo la calumnia insostenible de que ha habido pérdidas de vida de menores y jóvenes en relación con estos hechos», convocó, en tanto reafirmó que en Cuba se procede con estricto apego a la Constitución y a las leyes sustantivas procesales, con todas las garantías del debido proceso, el tratamiento judicial de los casos de los detenidos, muchos de ellos ya en libertad, luego de ser multados o puestos bajo medidas cautelares domiciliarias.
«Rechazo contundentemente que haya habido un caso de tortura, y emplazo a las personas que se han referido a ello a que presenten nombres, lugares y evidencias», aseveró, y alegó que el obstáculo principal a la conectividad de los ciudadanos cubanos a internet, a las redes digitales y a otros servicios de telecomunicaciones, es el bloqueo a Cuba.
Resaltó la preocupación que concita la manipulación de información y de imágenes, con fines claramente políticos. Puso ejemplos de reportes de las cadenas cnn en español y fox, que realizan manipulación sistemática y mendaz, violentando sus propias reglas y los estándares elementales de la información, aplicando sofisticadas tecnologías para adulterar contenidos específicos.
En referencia a los ataques contra la dirección de la Mayor de las Antillas, declaró ser testigo y partícipe de «la consagración del Gobierno en la atención a dificultades y carencias, a las privaciones y ansiedades que generan los problemas de la población por el desabastecimiento, el déficit de medicamentos, y las condiciones difíciles que estamos viviendo en estos días», y exaltó, sin embargo, los indicadores nacionales del manejo de la pandemia, mejores que muchísimos países, como en el caso de la letalidad.
Negó que el mecanismo Covax pueda ser viable para Cuba, por la limitada cobertura de vacunas que pudiera garantizar y porque son caras. «Ese mecanismo ha fallado estrepitosamente en suministrar las vacunas que fueron pagadas y contratadas, tal como ha ocurrido con las transnacionales que se han enriquecido de una manera vil a costa de la pandemia, y que incumplen cotidianamente sus compromisos».
Aludió al discurso del presidente Biden acerca de la revisión del envío de remesas a la isla caribeña, y responsabilizó a las medidas tomadas por Donald Trump, que imposibilitaron que ese mecanismo funcionara adecuadamente.
«Mienten desvergonzadamente los voceros de los ee. uu. cuando dicen que el Gobierno cubano se apropia de parte de las remesas», sentenció, y los emplazó a divulgar evidencias, ya que ese dinero no está gravado por Cuba con impuestos o aranceles.
Foto: José Manuel Correa
Foto: José Manuel Correa
En otra parte de su comparecencia, denunció las presiones ejercidas a gobiernos soberanos para condenar a Cuba por los hechos acontecidos el pasado 11 de julio, e invitó a buscar la Declaración publicada en las redes sociales, para replicarlas en la prensa.
Mostró evidencias de los intentos de generar inestabilidad y dañar el orden constitucional, a raíz de una campaña mediática y política que empezó el 15 de junio y que dura hasta este minuto, de lo cual responsabilizó a Washington. «Es su responsabilidad impedir que continúe la incitación a la violencia y al terrorismo desde medios asentados en la Florida contra nuestro país».
Hizo referencia a los supuestos daños a la salud de los diplomáticos estadounidenses, algo investigado por eminentes expertos desde hace cuatro años, un argumento que solo ha servido para restringir los trámites consulares de los cubanos que desean visitar o emigrar hacia ee. uu., algo vergonzoso y cuya culpa cae en la ultraderecha de la Florida.
«He denunciado, desde el día 23 de junio, que el Gobierno de los ee. uu. actúa con irresponsabilidad en relación con los temas migratorios, bajo motivación política, y que será su responsabilidad si ello sigue costando vidas o si provoca flujos irregulares y desordenados de Cuba hacia los ee. uu.», resaltó, antes de advertir sobre las pretensiones de realizar una provocación, utilizando una flotilla de barcos que pretende viajar hasta los límites de las aguas territoriales cubanas.
«Reitero que el Gobierno de los ee. uu. persiste, hasta este minuto, con una andanada de declaraciones y acusaciones, en un acto de burdas injerencias en los asuntos internos de la República de Cuba, dirigidos a alterar el orden constitucional y en violación al derecho internacional y de nuestras propias leyes», concluyó.
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